No sólo la caída del color de la selva sino de su carácter abigarrado, la soledad de la imagen protagónica se ve fortalecida por el vacío del tercero de los planos. De este modo, con un trazo que sintetiza las formas hasta un plano más cercano al ideograma, logra abstraer las Yungas proyectándolas como un paisaje más bien interior, susurrado ante un entorno y una cultura que parecieran reclamar lo inverso.

La muestra, que estará presente durante todo setiembre en las redes sociales del Centro de Visitantes Ledesma, consta de fotos de las obras, videos, textos y pensamientos de Juan Pablo Ramírez.

El artista nos dice que “siempre me ha atraído trabajar con los paisajes en las pinturas, pero lo que más me ha impulsado fue trabajar con las selvas de las Yungas, y he aprendido a mirarla desde una perspectiva más conceptual y más desde mi pensamiento profundo. Eso me ha llevado, en esta serie, a trabajarlo con nada de color sino con el negro y el blanco para transformar la profundidad que tenemos en la región”.

Recuerda que “el primero fue uno que se llamaba Sombras, en la Casa de Gobierno el año 2017 para una muestra colectiva, y que fue sólo con un color muy cálido de fondo. Me quedé con esa visión, y así nace esta serie Neblina entre biomas. Poder acercarme a los mínimos detalles y figuras que tiene un árbol, es algo que muestra toda una biografía y quise retratarla. Las especies, sus formas y figuras, las perspectivas de fondo”.

Leonor Calvó, directora del Centro de Visitantes Ledesma, nos dice que “si nos remontamos a la tradición de las artes plásticas acá, al menos desde cuando giran en torno al museo de Artes Plásticas de Calilegua y a los encuentros de artistas plásticos que ahí se generaron, es difícil encontrar algo que no represente a una naturaleza tan potente, el paisaje y la selva, la diversidad cultural y la biodiversidad. Es difícil que aparezca un artista que pueda abstraerse de eso para su obra, y Juan Pablo es un represente importante, a pesar de su juventud, de esa línea”.

Nos dice que el artista “trabaja muy cerca de las comunidades aborígenes, y ese diálogo y convivencia aflora en su obra de una manera muy sutil y particular. Creo que la osadía de pintar las Yungas en blanco y negro es su gran hallazgo en esta serie, y veo que no sólo no ha perdido nada sino que ha ganado mucho prescindiendo del color. Tiene otros elementos de significación, más allá de aquellos de que tantas veces se abusa al representar la selva”.

Con respecto al modo de presentación, Calvó agrega que “el espacio virtual se puede complementar muy bien con el presencial, y abre otras posibilidades a los artistas. Ya en abril, cuando no pudimos inaugurar una muestra de fotografía documental sobre la construcción de la ruta 53, hicimos la primera muestra virtual. Era una maravillosa colección del arquitecto Julio Linares, y después nos dedicamos a armar contenidos educativos sobre la reserva de biosfera de las Yungas, para niños, y con el interactivo de Belgrano en Jujuy”.